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domingo, 5 de mayo de 2013

Los ángeles caídos no van al cielo

Demasiado talento sin explotar

Rotundo fracaso de los Lakers y de los Clippers en las eliminatorias por el título de la NBA. Los han enviado a casa en la primera ronda, algo que pocos expertos esperaban antes del comienzo de la temporada regular.  La ciudad de Los Ángeles aspiraba a todo y se ha quedado sin nada.

Las lesiones se notaron y mucho en los Lakers. Pero no hay excusas para justificar un año discreto, muy discreto, teniendo en cuenta el potencial del equipo del glamour por excelencia. Nash, Bryant, Pau Gasol y Howard no aseguran un título si falta la química de equipo. Por primera vez, he disfrutado del juego de Kobe Bryant, ya que en muchas ocasiones prefirió pasar el balón por el bien del conjunto. Este sacrificio tuvo recompensa... hasta que el escolta se rompió y llegaron los Spurs de San Antonio. 

El trío de San Antonio juega con química
 
Un auténtico equipo que juega sin demasiadas fisuras pese a que cada año, sus principales estrellas (Duncan, Parker y Ginobili) avanzan en edad, pero no en rendimiento. Esperemos que la barrida (cuatro partidos a cero y sin problemas) sirva para que Pau Gasol descanse más de lo previsto y recapacite acerca de su participación en el europeo de este verano en Eslovenia. El 16 de los Lakers tiene ambición y hambre de título (pese a que lo ha ganado prácticamente todo), por lo que es una oportunidad perfecta para volver a sentirse ganador y olvidar la sensación de haber perdido una temporada.



Por su parte, los Clippers tenían buenas sensaciones, un gran bloque de jugadores y dos líderes sobre la pista (el creador de juego Cris Paul y el brutal Blake Griffin). Por primera vez eran campeones de división debido al récord de victorias conseguidas por el club en una temporada (56). Vencieron los dos primeros partidos de play-off... y encadenaron cuatro derrotas consecutivas contra los Memphis Grizzlies del mejor jugador defensivo de la NBA, Marc Gasol. Se esfumaron las esperanzas de alguna gesta importante ante un equipo modesto que juega con un quinteto titular muy bien perfilado y con aportación constante del banquillo.

Primer europeo que consigue el galardón al mejor defensor en la NBA



Griffin: salto, coordinación y potencia


El mundo del deporte en general y del baloncesto en particular está repleto de ejemplos de equipos favoritos claros que quedan en fracasos históricos, en esperanzas mojadas de lágrimas de rabia, en jugadores que se convierten en ángeles caídos que no van al cielo.

Àngel Asensi Esteve
Periodista

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